(Por Teresa Magallón, Estefanía Pior y Ana Fernández, Nuski)

 

Tere es una de las personas más veteranas en la OCSI. Sentadas en una terraza de Usera nos cuenta acerca de los antecedentes y el posterior nacimiento de OCSI en el año 1987. “Primero de todo, antes de hablar de mi experiencia en la organización, más que hablar de mí, quiero recordar a todas las personas que han aportado tanto a la organización, con sus testimonios de vida y actitudes, ante los desafíos de este mundo, lleno de tentaciones a la vida fácil. Todas hemos aprendido de todas, todas hemos sabido recordar lo bueno de cada una, y  eso perdura, todas  hemos hecho de padres y madres, muchas veces con dureza, pero también con una gran acogida para todas las que se acercan a ella. Dicho esto, para mí la organización fue un medio para ir a América Latina y conocer la realidad del mal llamado tercer mundo, hoy denominado países empobrecidos.”

Tere estuvo en Venezuela viviendo 4 años, de 1973 a 1976. “Yo nunca he separado religión y política, para mí van en la misma línea y marcharme a Venezuela fue tanto una motivación religiosa como hacer algo por los demás. Allí estuve cuatro años apoyando a las actividades de la parroquia y del barrio donde vivía. […] Con la llegada de la democracia en el 75 vi que podía continuar transformando la realidad más cerca de casa. Y tras mi vuelta éramos varias las personas que pensábamos que lo que llamábamos misiones debía de transformarse, no tan ligado a la iglesia sino con ideas relacionadas con los movimientos de liberación de América Latina (o África). Ahí surgió la OCSI, como organización no vinculada a la iglesia, y trabajamos por la objeción de conciencia y por el apoyo de los movimientos de liberación de América Latina. […] Comenzamos a viajar de otra manera, y además empezamos a mantener un compromiso con la organización tras la vuelta del tiempo en América Latina, eliminando esa idea de que tras el tiempo en América ya te habías ganado el cielo”.

Tras su vuelta, Tere se mudó de su Zaragoza natal a Madrid, y continuó como parte de la OCSI trabajando en la residencia para visitantes que había entonces en OCSI: “Allí estuve muchos años, viviendo y compartiendo con los amigos que llegaban…salvadoreños, guatemaltecos colombianos, etc.. y que tanto aportaron a la organización. Conocíamos a gente de todo el mundo, gente que ahora algunos son importantes personas políticas y formaron parte de las distintas revoluciones de AL”.

En medio de la conversación surge algo precioso y relativamente habitual en OCSI: distintas generaciones de ocsianas comparten sus vivencias y recuerdos, a veces desde puntos diferentes pero se hermanan y cada una se nutre de la otra.

Tere: La OCSI siempre ha sido una organización con una gran mayoría de mujeres. Siempre podíamos hablar y opinar pero sin embargo hasta los años 90s no hubo una presidenta mujer. Ha sido en los últimos 10 años que vinisteis las nuevas remesas, cuando se planteó todo lo del feminismo… y también costó.

 

Ahí toma la palabra Nuski, una de estas jóvenes ocsianas:

Nuski:  Si, estuvimos durante un año con una propuesta dentro de la organización para cuestionarnos cómo se estaba manejando el enfoque de género en nuestras asambleas y grupos de trabajo: observamos el lenguaje sexista y no inclusivo que utilizábamos al hablar, quien tomaba la palabra en las asambleas, cómo se ocupaban los espacios y los liderazgos. Fue muy enriquecedor y bien aceptado por todas las personas de la Ocsi, a veces con sentido del humor y risas, pero ahí fuimos introduciendo la perspectiva feminista. En la Ocsi yo siempre he encontrado apertura a las nuevas propuestas que proponían las nuevas incorporaciones. Cuando yo llegué se había creado el grupo “Alteracción”,  les gustaba la filosofía de OCSI pero querían hacer otras cosas: tejer redes con otras organizaciones, realizar acción directa noviolenta  en la calle… y sí bueno, pudo haber algunas resistencias con todo este cambio porque no funcionábamos dentro de las estructura organizativa ya establecida en OCSI, pero también encontramos grandes apoyos en personas veteranas como Tere y muchas más.

Tere: A veces las cosas entraban sólo bromeando cuando preguntabais “habéis visto quien ha tomado la palabra hasta ahora?” y así, al tiempo, ves que había matices que cambiar… Ha habido un cambio muy grande dentro de la OCSI, también por parte de los hombres.

Antes de despedirnos, Tere quiere dar un mensaje importante: “Cuando llegamos a la mal llamada tercera edad, desencadena ansiedades y preocupaciones, miedo a la dependencia, al deterioro de la salud o de la imagen corporal, pero cuando una es querida por lo que es, llega a ser única e irremplazable, lo principal de mi vida no ha sido renunciar, si  no a elegir mis relaciones libremente. Esto te da unos vínculos que nos mantienen unidas tras el paso de los años. OCSI da generosidad, proyectos para soñar, para ilusionarnos, capacidad de compartir, etc. Por eso quiero dar las gracias a todas por mantenerme viva, ilusionada de que un mundo mejor es posible.”

Y desde las recientes incorporaciones de la OCSI, queremos dar a Tere y resto de gente más veterana de la OCSI las gracias por ser ejemplos de vida a seguir y por todo lo que nos enseñan cada vez que nos encontramos.

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